Uso del aceite de almendras

Uso del aceite de almendras

El aceite de almendras dulces es un producto de origen natural que se obtiene tras la prensa en frío del fruto del almendro. Se presenta como un producto perfecto para las pieles sensibles o con poca tolerancia a los químicos y sus propiedades antioxidantes, hidratantes, antimicrobianas y rejuvenecedoras lo convierten en un cosmético natural deseado por todas.

Aceite de almendras para el pelo

Si sufres de sequedad en el cabello, el aceite de almendras dulces te aportará un brillo y una suavidad inigualables debido, sobre todo, a la gran cantidad de vitamina E que contiene. La vitamina E actúa sobre el cuero cabelludo mejorando los casos de dermatitis seborreica y de caspa, lo que evita problemas de caída por la obstrucción del folículo.

Además, las propiedades hidratantes y reparadoras del aceite de almendras lo convierten en un producto natural ideal para devolver la salud y la suavidad a las puntas abiertas y a los cabellos quebrados. En este otro artículo te ofrecemos los mejores Trucos de belleza con aceite de almendras… ¡te sorprenderán!

Puedes aplicar unas gotas de aceite de almendras sobre la piel limpia o añadir 2 gotitas a tu hidratante habitual para potenciar su efecto. No obstante, si quieres más información sobre Cómo usar el aceite de almendras para la cara, en este otro artículo te ofrecemos una explicación más detallada.

Aceite de almendras para bebés

Este aceite es un producto suave y totalmente inocuo, por lo que es apto para su uso en pieles tan sensibles como la de un bebé. ¿Cómo utilizarlo? Una de las recomendaciones es aplicar aceite de almendras si tu bebé sufre de dermatitis del pañal. El aceite de almendras calmará las molestias e irritaciones provocadas en el culito de tu bebé y en la zona inguinal. La piel de tu pequeño/a estará fuertemente hidratada y notarás la mejoría en cuestión de minutos.

Otro uso muy efectivo del aceite de almendras dulces es para tratar la costra láctea del lactante, un tipo de dermatitis que aparece en forma de costras amarillentas en la cabeza de algunos recién nacidos. Para tratarla solo tienes que aplicar unas gotas de aceite de almendras en tus dedos y aplicarlo suavemente en la zona de las costras. Con esto conseguirás ir ablandando las escamas hasta que solas se desprendan y se caigan.

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